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LIBERAR A LAS PERSONAS DEL HAMBRE

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  • Química Sintética
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Más allá de los combustibles fósiles: El camino hacia una agricultura sostenible y sin emisiones de carbono

Desde la revolución industrial, la incorporación de los combustibles fósiles a la agricultura ha contribuido a actualizar las prácticas agrícolas. Estas fuentes de energía: carbón, petróleo y gas natural, se utilizan para accionar maquinaria agrícola y producir los productos químicos necesarios para fabricar fertilizantes sintéticos, pesticidas y herbicidas. Sin embargo, a pesar de su importancia, las repercusiones medioambientales adversas de su uso son cada vez más notorias. En consecuencia, existe una creciente demanda de transición de las prácticas dependientes de los combustibles fósiles a métodos agrícolas más completos y sostenibles desde el punto de vista medioambiental.


Uso de combustibles fósiles en agricultura

Los tipos de combustibles fósiles utilizados en la agricultura son variados. El gasóleo se utiliza habitualmente para hacer funcionar maquinaria como tractores, cosechadoras y sistemas de riego. El gas natural y el propano también se utilizan en algunas máquinas agrícolas y como fuente de calor para secar los cultivos. En algunas regiones del mundo, el carbón es la principal fuente de energía para generar electricidad, que a su vez alimenta diversas operaciones agrícolas, como las bombas de riego y las instalaciones de procesamiento.


combustibles fosiles en la agricultura

Los productos químicos sintéticos fabricados a partir de combustibles fósiles contaminan el suelo y el agua

La integración de los combustibles fósiles en las prácticas agrícolas plantea varios problemas importantes retos medioambientales. La quema de estos combustibles libera dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, intensificando así el dilema del cambio climático global. Además, la creación de sustancias químicas sintéticas derivadas de combustibles fósiles entraña el riesgo de contaminar el suelo y el agua, lo que afecta negativamente tanto a la salud humana como al medio ambiente en general.


Los procedimientos implicados en la extracción, transporte y utilización de combustibles fósiles pueden alterar aún más los ecosistemas, provocando preocupaciones medioambientales como la contaminación del aire y del agua, la devastación de los hábitats de la fauna y la disminución de la biodiversidad. Las sustancias sintéticas, incluidos los fertilizantes, pesticidas y herbicidas producidos habitualmente a partir de combustibles fósiles, son frecuentes en las prácticas agrícolas contemporáneas. Estos materiales pueden poner en peligro la salud del suelo y la calidad del agua, además de suponer un peligro para la salud humana. Los estudios en ciencias medioambientales han indicado que el uso persistente de estos productos químicos conduce al desarrollo de bacterias resistentes a los antibióticos, lo que constituye una amenaza para la salud humana.


También se utilizan combustibles fósiles para hacer funcionar las plantas de transformación que convierten los productos agrícolas en bruto en productos acabados. Las instalaciones de procesado y envasado del sector agrícola requieren una cantidad considerable de energía, lo que conlleva más emisiones de gases de efecto invernadero y las consiguientes emisiones de gases de efecto invernadero. consecuencias medioambientales. Además, el transporte mundial de productos agrícolas depende en gran medida de los combustibles fósiles. Vehículos como camiones, trenes y barcos consumen enormes cantidades de gasóleo para distribuir productos alimentarios por todo el mundo, lo que aumenta la huella medioambiental global.


La transición desde los combustibles fósiles: El futuro de la agricultura

Cada vez es más urgente abandonar el uso de combustibles fósiles en la agricultura. Mediante la aplicación de métodos agrícolas sostenibles como la agricultura ecológica, la agrosilvicultura, invernaderos geotérmicos, y la permacultura, podemos disminuir nuestra dependencia de estos combustibles. Adoptar prácticas agrícolas sostenibles mejorará la salud del suelo, la calidad del agua y la riqueza de la biodiversidad. Estas prácticas también pueden ayudar a secuestrar carbono en el suelo, mitigar los efectos del cambio climático.


Además de adoptar métodos agrícolas sostenibles, la integración de fuentes de energía renovables como la solar, la eólica y la geotérmica en las explotaciones agrícolas puede ser decisiva. Estas fuentes de energía alternativas no sólo son más respetuosas con el medio ambiente, sino que también tienen la ventaja adicional de reducir los efectos del cambio climático asociados a la combustión de combustibles fósiles. Su adopción puede desempeñar un papel fundamental a la hora de minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero y otros efectos medioambientales adversos.


Iniciativas de agricultura sostenible de Creciendo Para Dar

La dependencia de la agricultura de los combustibles fósiles ha afectado negativamente a nuestro medio ambiente. Por eso es urgente dejar de depender de los combustibles fósiles. Los métodos agrícolas respetuosos con el medio ambiente, como los aplicados en la Iniciativas agrícolas Creciendo Para Dar, pueden mitigar la huella ecológica de la agricultura y fomentar una estrategia más global y sostenible para la producción de alimentos.